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domingo, 23 de diciembre de 2012

Que es la Posturologia? Parte 4.

  • "Es preciso detenerse en algún punto, y para que la ciencia sea posible, debemos detenernos cuando encontremos la simplicidad".  Henri Poincaré


 Ya habíamos comentado que los primeros registros del hombre de pie, en reposo, fueron realizados por von Vierordt en 1860. Aunque los equipos utilizados por este eran rudimentarios (una pluma unida a la punta de un casco estaba untada de negro de humo para realizar los registros en una hoja pegada al techo) los resultados eran alentadores y ya indicaban el papel de la visión y la sensibilidad plantar en el control postural. Vierordt fue emulado por muchos, entre ellos Mitchel & Lewis (1886), Hinsdale (1887), Bullard & Brackett (1888), Hancock (1894), Bolton (1903), Miles (1922), Fearing (1924), Hellebrandt (1938) y Toulon (1956). Infortunadamente, todos los instrumentos usados por ellos, incluido von Vierordt, modificaban el fenómeno observado y, además, solo daban una señal muy difícil de interpretar. 


Polígono de Sustentación
La primera plataforma de fuerza fue construida en Francia por Scherrer (Ranquet, 1953), liberando al sujeto de toda la parafernalia (cuerdas, correas, cadenas, plumas, etc.) eliminando, de esa manera, las fuentes de  interferencia de todas las informaciones complementarias permitiendo visualizar los cambios de posición de su cuerpo en relación con el medio ambiente. Sin embargo, en los 50’s el análisis analógico de las señales era rudimentario y habría que esperar al desarrollo ulterior de los computadores para que las plataformas de fuerzas revelaran todo su potencial, gracias a las mejoras en el análisis de las señales. Pero por primera vez, el error llegaba a ser manifiesto. Un hombre normal, parado, es capaz  de mantener su vertical dentro de su base de apoyo, con mucha precisión dentro de un área de apenas unos centímetro cuadrados de superficie; esta extraordinaria precisión puede ser lograda por cualquier persona sin requerir un entrenamiento específico. Los médicos otorgaban a las oscilaciones de la vertical de la gravedad, de un sujeto balanceado, los límites de su base de apoyo ignorándose el sistema de estabilización intrínseco del cuerpo y su impresionante sistema de control pero, sobre todo, la posibilidad de una disfunción patológica. Cuando la vertical de la gravedad excede los límites de la normalidad, apenas unos centímetros cuadrados, todavía está lejos, muy lejos, de una pérdida de "equilibrio" inducido por el hecho de salirse de los límites de la base de apoyo, el cual es de solo de unas decenas de milímetros cuadrados. Esta amplia gama de "anormalidades" posturales permaneció completamente ignorada... lo que explica por qué no se podían establecer la conexión entre todos los trastornos del fino sistema de estabilización y las patologías, que ellos veían con frecuencia y conocían bien pero a las que no entendían. 

Limites de Estabilidad. Tomado de Duarte.




 
 Cien años hubo que esperar, cien años de observaciones posturográficas hasta la invención de una plataforma de fuerza para medir esta estabilidad del cuerpo humano para hacerla casi palpable, en su densidad física; una realidad experimental que pudiese obligar a la comunidad científica a aceptar su existencia. La estabilidad era un hecho... independiente de lo que se pensara entonces. Su existencia se impone, con sus misterios y sus consecuencias que aun no se han estudiado ni medido por completo.
La situación sólo comenzó a aclararse en la década de 1970, cuando un joven estudiante en el Instituto de Tecnología de Massachusetts en Cambridge, Massachusetts, decidió hacer su tesis doctoral sobre el sistema sometido al control postural (Nashner LM, 1970). Para explorar los circuitos de retroalimentación de la visión y la propiocepción podal, construyó una obra maestra de la tecnología para la época, susceptible de ser sometida a los movimientos del centro de gravedad del individuo que estaba siendo examinado. Este aparato, tuvo el inmenso mérito de mostrar que von Vierordt (1860) estaba en lo cierto: La postura erecta de un humano, en reposo, es de hecho controlada por un sistema que integra la información de una serie de entradas del sistema postural dentro de un bucle de retroalimentación destinado a corregir cualquier desviación del cuerpo de su punto de equilibrio con el propósito de estabilizarlo. El impacto lógica de esta afirmación no fue apreciado inmediatamente. Ciento cincuenta años han pasado desde las primeras grabaciones posturográficas y poco a poco se ha observado que Vierordt tenía razón, las cosas no son tan simples como Flourens pensaba. Hoy en día todos los investigadores admiten que la postura erguida está controlado por un sistema complejo, que integra la información sensitiva y sensorial, procedente de múltiples canales: visual, oculomotor, vestibular, exteroceptiva somatosensorial, plantar y, en mi opinión la más importante, la información propioceptiva que, si bien guarda estrecha relación con los otros tipos de información, discurren por vías diferentes aunque, sin embargo, se solapan e intercambian información para realizar los procesos de retroalimentación.
Sistema de Control Postural y captores posturales.




Ya se sabía que la sucesión temporal de diferentes de posiciones del cuerpo en su entorno no era más que una cadena de eventos, una continuidad. Henri Poincaré había escrito, en relación con este tipo de sistema, en Ciencia y Método, en 1908: "Una causa muy pequeña, y que se nos escapa, determina un efecto considerable que no podemos ver, y entonces decimos que este efecto se debe a la casualidad. Pequeñas diferencias en las condiciones iniciales conducen a las muy grandes en los fenómenos finales.

             
Henri Poincare                                                                                   Jean-Bernard Baron   



Los estudios simultáneos de Barón en Francia,  Da Cunha en Portugal, Fukuda en Japón, Nashner en Inglaterra, Njiokiktjien y Bles en Holanda y muchos otros en otras partes del mundo a mediados del siglo XX, abren una nueva perspectiva del concepto postural. Quizás los trabajos más reconocidos a nivel de la Posturología actual tengan que ver con los desarrollados por Jean-Bernard Barón, un oftalmologo frances,  en el Hospital Sainte-Anne de Paris y por Henrique Martins da Cunha en Lisboa.
Gracias a las investigaciones de Barón se pudo desarrollar una plataforma de estatocinesimetria. Desarrolló las primeras pruebas clínicas de evaluación postural, valiéndose de las investigaciones previas de Cyon (1911) y Utermöhlen (1947), realizando pruebas con prismas de baja potencia para corregir el déficit de convergencia ocular y explicaba su efecto a través de la propiocepción de la oculomotricidad, cuya existencia era negada en esa época. Describió los primeros signos clínicos de la enfermedad postural con la maniobra de convergencia, el test de índices y el eje bipupilar. Describió la relación de inclinación cefálica con respecto a la pérdida del plano bipupilar. Su test de índices mostraba como la manipulación de la entrada visual mediante el uso de gafas con prismas o con la oclusión ocular podían modificar la postura de formas completamente distintas. Con Fowler publicó en 1952 que era posible tratar las inestabilidades vertiginosas con prismas de bajas potencias y lo explicaba por la acción de los prismas de desviar la propiocepción ocular y, por ende, de la percepción espacial visual. La gran obsesión de Barón era la sutileza del sistema postural, detectada por todos pero despreciada. Él consideraba que existían fenómenos que solo se manifestaban por debajo de cierto umbral, en lo sutil. Lo impresionó una curiosa coincidencia biológica; las oscilaciones posturales en posición ortostatica en forma pendular, tenían muy poca amplitud, alrededor de los 4º. Además, sus investigaciones sobre las variaciones del tono postural en peces y ratones luego de  manipularles los ejes visuales, le llevan a descubrir la existencia de una hipertonía asimétrica postural de los músculos paravertebrales de un animal que se produce después de la tenotomía (corte) de un músculo oculomotor, si y sólo si la tenotomía era mínima, es decir, incapaz de causar una desviación de los ejes visuales por más de 4 °. Los hechos fueron observados cientos de veces en medio de la indiferencia general. Se preguntó si existiría alguna relación entre la sutileza del control postural y dicha discontinuidad tan pequeña, aunque para esas observaciones no encontraba una explicación lógica y coherente y no encontró un modelo que le permitiera entender esta ausencia de proporcionalidad entre la causa y el efecto. Fueron los estudios de Cyon que permitieron a Barón a establecer una conexión entre los músculos oculomotores y el control postural, una conexión que se hizo aún más evidente por sus propios experimentos. Estos hallazgos nos han acercado a la lógica de una cascada de acontecimientos temporales que caracterizan el control postural. El tono muscular, según Barón, viene regido por el sistema postural, evidenciado en la disposición corporal en relación al medio y caracterizado por movimientos apenas sutiles de actividad fásica. André Thomas y Ajuriaguerra, autores de L´Axe Corporel en 1948, habían estudiado el tono de sus enfermos y habían escrito en este libro que “el tono varia en todo momento, está cambiando continuamente”.  Barré como otros tantos, pensaba también que la reciprocidad espacial de las piezas esqueléticas podría aportarnos información sobre el tono muscular.


Copia de una prescripción de E. Martins  Da Cunha  
     





Simultáneamente, en Lisboa, el Dr. Enrique Martins da Cunha, un  médico rehabilitador portugués, es nombrado para reemplazar al Dr. Carpinteiro y le encargan continuar los tratamientos de los pacientes con dolor de espalda mediante ejercicios de reprogramación postural, y descubre que funcionaban. De qué manera podía explicarse que esta reordenación morfológica este asociada a la nocicepción. Esto llevó a una frenética búsqueda de información. Realizó viajes de estudió por Europa y América con el Prof. Guttman en Ailsbury, el Prof. Trueta en Oxford, el Dr. Chodera en el Hospital de Queen Mary en Rohampton, el Dr. García en Madrid, el Prof. Cesarani en Milán, Rabishong en Montpellier, Brodin en Estocolmo, Barón en París, Hamonet en Créteil, Sherwood en Houston, Chantraine en Ginebra, Sibilla en Milán, Berthoz en el Collège de France. Encontraba, frecuentemente, en los pacientes aquejados de dolor lumbar déficit de convergencia ocular y los derivaba al servicio de oftalmología, donde iniciaba su trabajo como estrabologo, el Dr. Orlando Alves da Silva, uno de las más influyentes figuras actuales de la Posturología, con el objetivo de determinar si existía alguna relación causal entre el déficit de la motilidad ocular y la patología dolorosa. Al igual que Barón, en Paris, iniciaron pruebas con prismas de bajas potencias y descubrieron, la notable mejoría del tono muscular, y por consiguiente del dolor, llevándolo a describir lo que él llamó Síndrome de Disfunción Postural. 
Ambos reconocían los ojos y los pies como los exoreceptores principales del sistema postural. 


 

Paciente de Martins da Cunha con secuela de encefalitis
Cumpliendo una orden verbal puede mantener erecta la cabeza


Por otra parte, en el otro lado del mundo, Tadashi Fukuda, en Gifu, Japón, publicaba en 1961 un artículo sobre el estudio de las posturas dinámicas del hombre desde el punto de vista de los reflejos posturales en las que relacionaba las descripciones de Magnus en Körperstellung con las enseñanzas de los maestros judocas y en el que las fotografías de deportistas en acción reproducen las posturas del reflejo nucal descritas por Magnus en animales descerebrados. La hipótesis de Fukuda que “los reflejos posturales en el hombre, se hacen evidentes en la acción, durante el movimiento”, debía ser demostrada y escogió la escritura vertical japonesa y el movimiento de pisoteo para hacerlas evidentes, observando en ambos casos una modificación de la actividad motora congruente con el reflejo nucal: decía Magnus, que hay  aumento del tono homolateral al lado del desplazamiento de la cabeza y Fukuda comprueba que  la escritura vertical y la marcha, se giran hacia el lado opuesto del aumento del tono. Ya Cyon había descrito eventos similares 50 años atrás pero Fukuda no conocía de sus trabajos. Fukuda abre una nueva vía a la exploración de los reflejos posturales con la prueba del pisoteo o test de Fukuda, en el que se hace evidente que la actividad gestual esta estrechamente ligada a la actividad tónica postural. 


 
Fukuda - Test de Fukuda   


Reflejo Nucal Tonico Asimetrico

Reflejo Nucal en deportistas


En la proxima entrega terminaremos con la historia de este apasionante mundo de la Posturología y abordaremos temas  mas agradables para los lectores ansiosos de información sobre este tema. Saludos.